domingo, 25 de julio de 2010

Capitulo 16: Vestidos

La mañana siguiente a su regreso Amy se despertó temprano. Su despertador no marcaba más de las seis.

Acabó un libro para despejarse y después se levantó de la cama de un salto.

“¡CUMPLEAÑOS! Y ¡FIESTA!” Pensó en un arrebato de alegría.

Subió escaleras arriba al pequeño desván de la casa.

Era una habitación de pequeño tamaño recubierta de paneles de madera de color claro.

Amy se dirigió a un cofre antiguo de pequeño tamaño y comenzó a sacar ropa antigua.

Recogió un corsé y una falda y bajó las escaleras muy alegre.

-Cariño, ven a la cocina.

Su madre ya se había levantado y la esperaba en la cocina con un paquete entre las manos.

-Espero que te guste.

Era un bonito colgante con una llave de color azul como único adorno.

-Es una bici, tranquilízate- Brian comía un Cola-Cao mientras le daba un dibujo a Amy- Y esto es un dibujo de tu bici.

Amy salio al pequeño jardín del porche, ahí se encontraba una bicicleta de color lavanda, su favorito, y con estrellas pequeñas en un tono un poco más oscuro.

Se agachó para recoger un pequeño sobre que yacía bajo las ruedas de la bicicleta.

La carta decía:

Querido/a acompañante de: Nico.

Estoy más que encantado de contar contigo/usted en la celebración de mi 18º cumpleaños.

No se preocupe en el regalo puesto que no espero mucho de un desconocido.

Todos mis recuerdos y saludos.

Dan García Pak

Amy quedo estupefacta ante aquella carta. Quién sería tan estúpido como para escribir una carta como aquella.

-¡Qué estúpido!-Gritó tan alto como pudo.

-Lo sabemos.

Amy dio un brinco del susto. Lidia y Fer estaban sentados frente a la puerta de entrada jugueteando con un gato callejero.

-Me habéis asustado.

-Te necesito- Lidia se levantó y apoyó su mano sobre la cabeza de Fer- Fer no es la mejor ayuda para escoger un vestido.

-Y será culp0a mía.

-Claro.

Los tres chicos se rieron mientras entraban en la casa y subían al cuarto de Amy.

-Cojo unas cosas y ya nos vamos.

Lidia y Fer se sentaron sobre la mullida cama almidonada.

-Ya tienes vestido- Dijo Lidia mientras comenzaba a ojear una revista de moda que llevaba en el gigante bolso.

-Claro, el rosa que te enseñaba de pequeña- Amy volvió a sus amigos junto a un bolso del color de su blusa.

-Parecerás una princesa de un siglo pasado- Lidia sonreía, sabia el aprecio que tenía Amy a ese vestido.

-Y tanto os importa un vestido- Fer se tumbo en la cama cansado de hablar de ropa durante varias horas.

-Creo, Fer, que no os hará falta ir de compras- La madre de Amy estaba apoyada en el marco de la puerta con una caja entre las manos.

-¡Enserio!-Fer parecía encantado con la idea.

La madre de Amy ofreció la caja a Lidia que la abrió con sumo cuidado.

Sacó un vestido largo de color azul y un collar de Amy de perlitas y con una flor blanca a uno de los lados.

-Es perfecto- Fer levantaba el vestido con una sonrisa.- Te quedará fantástico. ¿Ahora podemos ir a jugar al baloncesto?

-Claro.

Las chicas se fueron con un par de bocadillos para comer en el parque y dejar que el pobre Fer se divirtiera un poco

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