Realmente esta historia comienza el día antes de comenzar las clases, en un caluroso mes de septiembre, en San Fermín (un pequeño pueblo de Asturias) mi pueblo natal, con la llegada de un chico.
-¡Chicas! Venid corriendo
-¿Qué te pasa Fernando?- Pregunto Lidia enfadada por la interrupción-¿Es muy urgente? A que no. Bueno yo sigo, y me dice....
-Hay una limusina a punto de caerse por el barranco.
Las 2 chicas salieron corriendo tras Fernando que sonreía por haberse salido con la suya, pero se sentía angustiado por lo que pudiera heber pasado en su ausencia en el barranco.
-¡Ayuda!- Gritó un chico desde el coche-¡Por favor ayudadme!
Los tres chicos cogieron unas cuerdas que había tiradas siempre por la zona para amarrar los pequeños pesqueros. Los ataron a la parte trasera del coche y tiraron hasta que el coche se vio seguro en tierra firme.
Al acabar el esfuerzo los jóvenes se tiraron al suelo derrotados, una sombra llamó la atención de una de las chicas que se levanto para ver a quién acaba de rescatar.
-Me llamo Nicolás.-Se quedo mirando a la chica que se levantaba ante él. Una chica un par de años más joven que él, tenía unos ojos de azul muy claro pero que llamaban la atención por su pelo castaño rojizo.
-Yo Amy. Amy Harris. ¿Tú eres la familia que se acaba de mudar al pueblo?
-Con nosotros dos somos la familia Miró-Una mujer seria y de porte galante salió del coche del brazo del que debía ser su marido.
La mujer miró a los chicos que seguían tirados en el suelo con despreció, pero sonrió al ver a Amy, puesto que iba mucho mejor vestida que los otros dos jóvenes.
-Nosotros somos Lidia y Fernando- Dijo Lidia con cara de pocos amigos, no le gustaba que la mirasen mal.
-Bueno….-comenzó a decir
-Mamá ¿Y los otros dos chicos?
-Bueno ellos también pueden venir, pero será una cena elegante.
Los tres jóvenes se fueron charlando sobre la divertida cena que les esperaba.
A las nueve y media los tres se dirigieron hacia la enorme casa nueva que habían construido los Srs. Miró.
Lidia vestía un vestido rojo que llegaba hasta los pies y que hacia destacar su melena y ojos color azabache pero fue despeinada para hacer de rabiar a la comensal, Fernando iba con esmoquin y su medre le había puesto el pelo de lado y no era capaz de despeinarlo, de nuevo era Amy la que destacaba entre sus amigos, vestía un vestido corto de color rosa fuerte muy ajustado en la cadera y un collar y zapatos blancos.
Fernando aporreo la puerta y Nicolás le mandó parar.
-Mi madre está algo enfadada, por favor no la molestéis.
-Lo que me faltaba- Gritó Lidia sin ningún reparo- que a pesar de salvarle la vida me lo pague haciéndome callar para no molestarla.
-Hay Lidia tiene razón- dijo Fernando mas calmado- Y para colmo solo quería invitar a Amy porque vestía mejor que nosotros.
-Mi madre no está acostumbrada a hablar con gente como vosotros. Ya sabéis, que no seáis…
-¡¿Ricos?!-Lidia estaba muy furiosa, el fuego le salia por los ojos.
Lidia se fue llorando, Amy y Fernando se quedaron atónitos ante tal escena pero decidieron acompañar a la joven a su casa.
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