martes, 20 de julio de 2010

Capitulo 13: La mala suerte

Al cabo de un tiempo los dos chicos salieron de la habitación en silencio.

Amy no dejaba de dar vueltas al asunto. Y si Nico se iba de la lengua y contaba a alguien lo sucedido.

-¿Amy?-Nico parecía tranquilo. No sabía el porqué del enfado de Amy-¿Puedo hacerte una pregunta?

Amy le miró directamente a los ojos. El chico la miraba con ojos suplicantes y sin mala fe. Amy recordó a Brian cuando le preguntaba algo que no llegaba a comprender del todo.

-Claro- Dijo casi en un suspiro.

-¿Por qué no quieres que te oiga cantar? Recuerdo que Lidia comentó que tu nombre aparecía en el cordón del otro día a causa de un recital y uniendo las piezas, supongo que sería de canto. Si no me lo quieres contar no te preocupes.

Amy vaciló unos instantes, Nico tenía exactamente la mirada de Brian en aquellos instantes. Ella sabía que podía contar con él, por ahora nunca la había fallado. Pensándolo habían pasado juntos la mayor parte del tiempo durante las últimas semanas y nunca se había negado a ayudarla.

-Verás yo debía tener unos diez, doce años cuando ocurrió. Era el día del festival, todo el mundo corrió al escenario pero yo sentí pánico y cambie el turno a otra compañera. Estaba en el camerino cogiendo unas partituras cuando….

Una chica interrumpió a Amy. Por su altura debía ser de primero.

-¿Habéis visto a Lucy?-Preguntó la muchacha asustada-La he perdido

-No- Nico se agacho un poco y puso su mano sobre el hombre de la chica.-No te preocupes. Conociéndola habrá ido detrás de algún animal o estará “investigando” a algún chico.

La joven pareció satisfecha con la respuesta y se fue a largos pasos.

-Me secuestraron.

Nico recordó de pronto la conversación.

La voz de Amy había pasado a ser un susurro casi imperceptible para el joven que ahora la miraba aterrado.

-Lo siento- Musitó sin aún reaccionar del todo.

-No pasa nada. De todos modos estoy a salvo ¿no?-Sonrió y dio la espalda al chico- Dejemos el esquí para mañana. Hoy seré yo la que te enseñe.

Amy fue a recoger el material a un pequeño puesto situado en la puerta del hotel.

-¿Qué es eso?-Nico señalaba dos tablas de colores vivos que Amy llevaba como podía sobre los brazos.

-Haremos snowboard- Dijo dejando las tablas en el suelo.- Te dije que no sabía esquiar pero sí que se hacer snow.

Amy puso los pies sobre los soportes y bajó la colina nevada haciendo gráciles movimientos hasta el final.

-¡Inténtalo!

Nico no lo consiguió y callo formando una bola de nieve alrededor de su cuerpo.

La nieve era suave y fría, pero de todos modos era reconfortable y se sentía calentito.

Lidia apareció de la nada con los ojos húmedos y la respiración muy alterada.

Intentó controlarla y después de unos instantes dijo.

-Lucy ha desaparecido-Ahora no pudo contener las lágrimas- Creemos que ha podido caer en una colina cerrada al paso. La valla estaba rota y encontramos su móvil en mitad del camino. Lo peligroso es que al final hay un barranco escondido por la niebla.

Amy calló al suelo y abrazó sus rodillas. Las lágrimas recorrían su cara.

El silencio fue largo. Lidia seguía llorando y Nico no sabía como consolarlas.

Se sentó al lado de Amy y la atrajo hacia sí, acariciando suavemente sus cabellos.

-Voy a ir a buscarla- Dijo de inmediato.- No me puedo quedar aquí.

-Hay cientos de personas buscándola- Anunció Lidia-No nos dejan acercarnos al terreno. Dicen que es peligroso y molestaríamos al equipo de emergencias.

Soraya hizo su aparición en escena. Llevaba los cabellos recogidos en una coleta e iba con un mono de esquí muy ceñido en la cintura.

-Os dije que esa estúpida no puede venir con nosotros. No os contaron lo que hizo en el viaje que hizo el año pasado con primaria.

-No fue ella-Amy se levantó. Seguía llorando pero ahora las lágrimas eran de rabia.

-¿Puedo saber qué paso?-Nico no comprendía porque Amy lloraba por algo así.

-El año pasado los alumnos de primaria no pudieron quedarse de vacaciones nada más que dos días.-Lidia se tapó la cara con las manos- Alguien robó el dinero a las profesoras. Aparte de ellas había dos chicas en su habitación. Lucy y Soraya.

-¿Y quién nos dice que no fuiste tú?- Amy se puso aún más furiosa.

-Lucy era la delegada de 6º de primaria. Desde 1º de primaria hay un delegado que no se cambia al menos que sea por votación popular-Lidia se destapó la cara y miró hacia Soraya con una sonrisa- A Lucy la castigaron debidamente y ella aceptó el castigo aún sabiendo que no había sido ella. Tú en cambio te negaste y el castigo lo pusimos nosotros.

-¿Cómo?- Nico estaba interesado. No conocía tan bien a Lucy como ellas pero sabía que era imposible que hiciese algo así. Lucy destacaba por dos cosas: era muy divertida y muy honesta.

-Le quitamos el puesto y la clase decidió que fuese Amy la delegada.

Soraya se ruborizó por la cólera que recorría su cuerpo.

-De todos modos voy a ir a buscarla-Dijo Nico en un intento de canjar el tema.

Y se fue dando pasos largos y decididos.

Amy aún seguía llorando y se había vuelto a sentar en la nieve. Jugueteaba con la nieve que yacía bajo sus manos en un intento de olvidarse de todo.

Estaba enfadada, asustada… Lucy era la más infantil del grupo. Siempre estaba jugando con algún chisme y daba las ideas más disparatadas. Para sus compañeros era una fiel amiga. Pero para los delegados era como una hija puesto que siempre andaban cuidando de ella.

-¡Amy!-Lidia daba saltos y cogía de la mano de Amy para intentar levantarla-¡Amy! ¡Amy!- No cesaba de decir.

Dos chicos llevaban a una pequeña chica en brazos.

Amy comenzó a analizar. Pelo rojizo, muy corto y en punta. Con la cara pálida y rasgos puntiagudos (orejas puntiagudas y nariz puntiaguda) Como un pequeño duende. Eso quería decir… ¡LUCY!

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