domingo, 18 de julio de 2010

Capitulo12: La voz

El viaje había sido programado para dos semanas después de la reunión.

Pasaron muy rápido puesto que hubo múltiples charlas y los alumnos comenzaron a bromear con el nuevo profesor de inglés.

Era el tutor de los de cuarto de eso. Es decir, de la clase de Nico. Pero daba inglés a todo el instituto.

Era un chico recién licenciado. Al ser su primer año aún era un poco inocente y si juntamos lo patoso que era los chicos lo tenían muy fácil para tomarle el pelo.

El antiguo profesor tubo que irse debido a un trabajo que había conseguido en Madrid.

Al llegar el día de la salida todos los chicos estaban con sus maletas en la puerta del colegio a las seis de la mañana para llegar temprano y poder ir a esquiar el primer día.

Los delegados eran los encargados de recibir a los alumnos y guardar sus maletas en el autobús.

El viaje a la montaña tan solo duraba tres horas así que llegarían pronto para poder instalarse en sus habitaciones e ir por la tarde a esquiar.

La recepción era muy bonita. Las paredes eran de un rojo intenso con cuadros de estilo vanguardista y un par de sofás beiges.

-Bueno las habitaciones son de tres-Dijo el profesor de inglés que era el encargado de los alumnos del viaje-Vosotros-Dijo dirigiéndose a los delegados-Tenemos un problema.

Roberto frunció el ceño con mucho miedo a lo que pudiese decir el joven profesor.

-¿Qué clase de problema?-Preguntó rápidamente.

-Uno de vosotros tendrá que dormir con otro.

-Eso ya lo sabíamos. Tres habitaciones de dos, por las chicas.

-Ahí está el problema. Uno de vosotros tendrá que dormir con las chicas.

-¡¿CÓMO?!-Gritaron los chicos al unísono.

-Tendréis que sortearlo. Pero que sepáis que la habitación de las chicas está conectada con la mía.

Los chicos lo sortearon mediante papelitos. Cuatro ponían no y el sobrante “te tocó jajaja”.

Todos cogieron un papelito del puño del profesor.

Primero Carlos y Roberto suspiraron aliviados. Solo quedaban dos Samuel y Nico que abrieron el papel con cuidado.

Samuel comenzó a dar saltos de alegría mientras Nico comenzaba a hacer pucheritos.

Todos los chicos de cuarto dieron ánimos a Nico. Aunque alguno estuvo celoso de no poder estar con Amy, e incluso los de primero de no estar con Lucy.

-Id a guardar vuestras cosas y comer los bocadillos. Quedamos aquí a las tres para ir a esquiar. Así que no os entretengáis por ahí.

Todos los chicos subieron en escaleras emocionados. Todos tenían ganas de ver la nieve entre sus dedos.

Entretanto Amy y Lucy subieron corriendo hacia su habitación para sortear las camas.

Nico no se sentía con ganas para la carrera así que dejo que las chicas escogieran las suyas y quedarse él con la sobrante.

Amy escogió una pequeña cama pegada a un gran ventanal. Le gustaba despertarse cuando amanecía.

Lucy escogió la más apartada de la luz solar. No le gustaba madrugar y siempre escogía dormir un poco más en vez de aprovechar el tiempo despiertos.

Nico llegó tiempo después y se hecho en su cama con las palmas de las manos sobre los ojos.

Estaba muy cansado puesto que se había mareado en el autobús y no había podido pegar ojo la noche anterior.

-¿Quién se cambia primero?- Lucy sacaba su ropa de esquiar de la maleta dispuesta a irse ya mismo.

-Será mejor que os cambiéis vosotras primero y yo os espere en el pasillo. Me gustaría investigar un poco- Nico se levantó de la cama y salio al pasillo.

Lucy se vistió rápidamente para ir a investigar también, tenía ganas de saber la habitación de sus compañeras de clase.

Amy se tomó su tiempo. Escogió su ropa y la puso sobre la cama. Quería mirar por la ventana para ver el paisaje y tomar un par de fotografías.

Mientras tanto Nico subió las escaleras de emergencia, el ascensor tardaba demasiado tiempo y era muy lento.

El siguiente piso era de huéspedes ajenos al viaje escolar.

-¿Quién eres?-Un niño de unos dos o tres años jugaba en la puerta del ascensor con unos cochecitos de plástico.

Nico no oyó la pregunta y volvió a bajar los escalones, esta vez más despacio con temor de molestar a los huéspedes de arriba y que le quitasen la fianza.

La cabeza le daba vueltas, vio a Lucy correr por el pasillo mientras picaba en todas las puertas para saber quien estaba y lo iba apuntando en un cuaderno.

Nico supuso que Amy ya habría salido del cuarto también, así que fue a recoger unas pastillas para el mareo y ver si después podía ir a esquiar.

En la puerta comenzó a oír un murmullo.

La tarjeta paso sin dificultados y abrió la puerta de madera de roble falsa.

Amy cantaba una suave melodía que a Nico le resultaba familiar, algo que escuchaba a menudo en la radio y televisión.

La voz era cálida y suave pero no parecía tener un registro muy limitado.

Nico aporreó la puerta para que la joven despertarse de su sueño, inmediatamente después Amy salió del baño y cuando vio a Nico se encerró en el baño de nuevo.

-¿Qué haces aquí?-Su tonó era de rabia, de enfado.

-Vi a Lucy por el pasillo y supuse que tú también te habrías ido. He venido por unas pastillas para la cabeza.

Nico no se cambió. Lo único fue ponerse unos pantalones de nieve sobre los que llevaba puesto.

Se sentó en la cama y picó en la puerta del lavabo.

-¿Quieres que te dé clases o estás enfadada conmigo?

Amy se dio cuenta de que él no tenía la culpa, abrió la puerta y asintió con la cabeza

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