viernes, 16 de julio de 2010

Capitulo 7: La 129

Cayó la noche en la habitación 129, Nico se durmió en un sillón en la esquina de la ventana. La cabeza salía por uno de los brazos y las piernas por el otro.

Amy se despertó la dolía mucho la garganta, no sabía donde estaba y pensando que estaba en su cama se sentó en uno de los extremos y se levantó.

No tenía en cuenta la altura de la camilla y calló al suelo estrepitosamente. Nico se despertó y la socorrió en milésimas de segundos.

La recogió y la colocó en la cama.

-¿Dónde estoy?-Preguntó confusa, se sentía mareada y abatida.

-Tranquila estas en el hospital ¿recuerdas lo que pasó?

Amy dudó unos instantes, todo había sucedido tan rápido aunque ella lo hubiera visto a cámara lenta.

-Si, lo recuerdo todo. Pero ¿qué haces tú aquí?

-Me he quedado aquí para asegurarme que estabas bien.

Amy vio la inocencia de sus palabras, realmente estaba comenzando a sentirse atraída hacía aquel extraño ser que cada día le mostraba algo nuevo.

-¿En qué piensas?-Preguntó Nico mirándola a los ojos-Quieres algo

-Me puedes traer un vaso de agua.

Nico corrió a la planta baja del hospital y sacó un botellín de agua.

Alguien le espiaba desde el otro lado.

-¿Quién esta ahí?

-Yo- Una cara muy conocida salía entre las sombras-Brian.

-¡Brian qué haces aquí!-Nico se había asustado y por una parte se había alegrado de que fuese una persona conocida.

-Papá estaba esperando a que Amy despertarse, pero se quedo dormido y yo me asusté al oírte.

-¿Quieres subir a verla, ahora esta despierta?

El niño asintió, Nico recogió la botella y subió y Brian en hombros hasta la habitación de Amy.

La habitación estaba mas clara que a su salida, Amy había abierto las cortinas y el sol de la mañana inundaba la habitación.

Nico se percató de que Amy no estaba en la cama. Dejó la botella de agua en la mesita y sentó a Brian en la camilla.

-¡Amy!

Nadie le contestaba, el silencio inundaba la habitación, Nico miró hacia Brian que jugueteaba con el tapón de la botella girándolo de un lado a otro sin parar.

-¡Ahhhh!

-¡Amy!

Nico salió corriendo de la habitación, ni se acordó del niño, buscó por todo el pasillo, resbaló por las escaleras precipitándose hacia la planta baja.

Amy le ayudó a levantarse algo asustada por si se había hecho daño.

-¿Dónde te habías metido?-Dijo enfadada- Me había asustado, tardabas mucho y baje a ver donde estabas.

-Encontré a Brian, y le subí a tu habitación… ¡Brian!

Nico subió las escaleras con Amy en brazos que pataleaba para que la dejase en el suelo, un intento inútil por su parte.

Entraron en la habitación, una enfermera jugaba con en niño que estaba empapado y con la botella vacía entre las manos.

Nico bajó a Amy que suspiro aliviada y recogió la botella de agua para tirarla a la papelera.

-Baja conmigo para que tu padre te lleve a casa para cambiarte.

-Nico, no vas al colegio hoy.-Fernando había aparecido de repente en la sala con unos papeles en las manos- Amy, como te conozco y sé que eres tan cabezota te he traído tu parte del trabajo de la escuela y los deberes, y que sepas que estarás aquí como mínimo un par de semanas.

-¿Qué?- Dijo Amy con disgusto- Yo quería ir al concierto de mañana. Me voy a aburrir un montón. Por favor id vosotros dos y convencerle de que cambie de opinión.

-No-Dijeron los dos jóvenes al unísono, Fernando sabía que Amy no desistiría así como así.

-Yo me quedaré aquí-Dijo Nico con una sonrisa.

- Y yo- Fernando se había sentado a los pies de la camilla- No me fío de este chico, seguramente acabarás convenciéndole para que te saqué de aquí.

-Me has pillado- Amy sonrío al que había imaginado que sería su cómplice pero este le cogió por los hombros echándola en la cama.

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