lunes, 26 de julio de 2010

Capitulo 17: La Fiesta 1

La noche cubrió el cielo con un manto de estrellas luminosas.

Amy miraba por la ventana sin pestañear, esa noche era la más bonita que podía haber observado en muchos años.

-Amy baja, rápido- Su madre gritaba desde la cocina. Llevaba allí todo el día con la cámara de fotos en la mano esperando a la llegada de Nico.

Nico la esperaba en la puerta y jugueteaba cambiando el peso de su cuerpo de un lado a otro.

-Estás genial.- Dijo con una pequeña sonrisa.

Amy llevaba un corsé de color rosa y con el dibujo de una pequeña enredadera de color negro que surcaba el corsé con bellos dibujos y un faldón de tul del mismo color.

El pelo recogido en un inútil moño puesto que el cabello iba cayéndole poco a poco en cascada por la espalda.

-Foto.- Su madre no esperó a los chicos y empezó a hacer su particular reportaje fotográfico sacando incluso a Brian mirando la televisión sin darse cuenta.

-Creo que debemos irnos mama.

Los dos chicos salieron entre risas.

-Tengo un par de sorpresas.

-No me gustan las sorpresas- Amy estaba algo asustada- Te lo digo en serio. Odio las sorpresas.

-No conoces las mías.

Nico le recogió el pelo en un moño de nuevo y la condució hasta un gran coche aparcado en la vuelta de la esquina.

-Sorpresa número uno, limusina privada. ¿No es tan mala, verdad?

Amy sonrió levemente aun asustada por lo que podría pasarle en la siguiente “sorpresa”.

Entró en la limusina donde ya esperaban todos los demás.

-¡Felicidades!-Dijeron todos en excepción de Soraya.

-Y segunda sorpresa- Dijo Nico entregándole una bolsa con diversos paquetes de brillantes colores.

Amy abrió el primero, el de Lidia. Era una pluma de color lavanda con una inscripción en el metal cobrizo.

Para que te acuerdes de llevar un bolígrafo encima siempre.

El segundo fue el de Fer, un hermoso lienzo con una imagen de todos los delegados, Lidia y Fer a óleo.

Y el tercero el de Nico, una pulsera de Pandora con abalorios relacionado con lo sucedido desde su llegada: una limusina, un examen, un cuchillito, un copo de nieve, unos esquís, un despertador…

-Gracias-Amy aguantaba las lágrimas que ya humedecían sus ojos- ¿Cómo has sabido cuando era mi cumpleaños?

-En el viaje lo dijiste en sueños. Y no fue lo único- Esbozó una gran sonrisa pícara que hizo reaccionar a Amy en el momento.

-¿Qué dije?

-Ah.

El coche frenó frente a una mansión inmensa y llena de coches aparcados en los jardines.

-Mí querida Amy- Dan abría la puerta a los jóvenes que salieron de uno en uno del vehículo.

-Soy Soraya- La chica empujó a Amy y se apresuró a presentarse al apuesto muchacho.

-Soraya… Me gusta… ese nombre- El muchacho analizaba a la pequeña jovencita. No igualaba la belleza de Amy pero le podía servir.

-Por aquí, por favor.

Los otros chicos siguieron hablando en el jardín haciendo caso omiso a lo que Dan decía hasta que comenzó a refrescar.

-Será mejor entrar-Comenzó Fer- Quiero ver si puede romper un pedacito de tarta con el cuchillito que vi antes. Será divertido

En efecto, fue más que divertido. Verle cortar la tarta con un cuchillo de plástico por miedo a que pudiese cortarse y hacer que uno de sus guardaespaldas soplara las velas por él por miedo a quemarse hizo soltar alguna carcajada a más de uno.

-Mirad lo que pudo hacer- Lidia se situó tras Dan en un momento en que sus guardaespaldas se encontraban ausentes y le empujó por las escaleras cayendo sobre uno de sus pasteles de cumpleaños.

-¿Quién ha sido?

La gente no contestó aunque si se rió mucho.

-Estás bien-Soraya ayudo a recoger a Dan- Ha sido esa Lidia, no deberías haberla invitado

Lidia se volvió hacia ellos e izo una reverencia.

-Usted, principito, no cree que soy fantástica.

Todos los invitados se rieron por lo bajo, algo que no gustó a Dan que salió enfadado de la estancia.

domingo, 25 de julio de 2010

Capitulo 16: Vestidos

La mañana siguiente a su regreso Amy se despertó temprano. Su despertador no marcaba más de las seis.

Acabó un libro para despejarse y después se levantó de la cama de un salto.

“¡CUMPLEAÑOS! Y ¡FIESTA!” Pensó en un arrebato de alegría.

Subió escaleras arriba al pequeño desván de la casa.

Era una habitación de pequeño tamaño recubierta de paneles de madera de color claro.

Amy se dirigió a un cofre antiguo de pequeño tamaño y comenzó a sacar ropa antigua.

Recogió un corsé y una falda y bajó las escaleras muy alegre.

-Cariño, ven a la cocina.

Su madre ya se había levantado y la esperaba en la cocina con un paquete entre las manos.

-Espero que te guste.

Era un bonito colgante con una llave de color azul como único adorno.

-Es una bici, tranquilízate- Brian comía un Cola-Cao mientras le daba un dibujo a Amy- Y esto es un dibujo de tu bici.

Amy salio al pequeño jardín del porche, ahí se encontraba una bicicleta de color lavanda, su favorito, y con estrellas pequeñas en un tono un poco más oscuro.

Se agachó para recoger un pequeño sobre que yacía bajo las ruedas de la bicicleta.

La carta decía:

Querido/a acompañante de: Nico.

Estoy más que encantado de contar contigo/usted en la celebración de mi 18º cumpleaños.

No se preocupe en el regalo puesto que no espero mucho de un desconocido.

Todos mis recuerdos y saludos.

Dan García Pak

Amy quedo estupefacta ante aquella carta. Quién sería tan estúpido como para escribir una carta como aquella.

-¡Qué estúpido!-Gritó tan alto como pudo.

-Lo sabemos.

Amy dio un brinco del susto. Lidia y Fer estaban sentados frente a la puerta de entrada jugueteando con un gato callejero.

-Me habéis asustado.

-Te necesito- Lidia se levantó y apoyó su mano sobre la cabeza de Fer- Fer no es la mejor ayuda para escoger un vestido.

-Y será culp0a mía.

-Claro.

Los tres chicos se rieron mientras entraban en la casa y subían al cuarto de Amy.

-Cojo unas cosas y ya nos vamos.

Lidia y Fer se sentaron sobre la mullida cama almidonada.

-Ya tienes vestido- Dijo Lidia mientras comenzaba a ojear una revista de moda que llevaba en el gigante bolso.

-Claro, el rosa que te enseñaba de pequeña- Amy volvió a sus amigos junto a un bolso del color de su blusa.

-Parecerás una princesa de un siglo pasado- Lidia sonreía, sabia el aprecio que tenía Amy a ese vestido.

-Y tanto os importa un vestido- Fer se tumbo en la cama cansado de hablar de ropa durante varias horas.

-Creo, Fer, que no os hará falta ir de compras- La madre de Amy estaba apoyada en el marco de la puerta con una caja entre las manos.

-¡Enserio!-Fer parecía encantado con la idea.

La madre de Amy ofreció la caja a Lidia que la abrió con sumo cuidado.

Sacó un vestido largo de color azul y un collar de Amy de perlitas y con una flor blanca a uno de los lados.

-Es perfecto- Fer levantaba el vestido con una sonrisa.- Te quedará fantástico. ¿Ahora podemos ir a jugar al baloncesto?

-Claro.

Las chicas se fueron con un par de bocadillos para comer en el parque y dejar que el pobre Fer se divirtiera un poco

sábado, 24 de julio de 2010

Capitulo 15: Cumpleaños

A la mañana siguiente Lidia y Amy bajaron temprano para ir a dar una vuelta por los parajes helados.

-¿Qué te parecería ir a un baile de máscaras al volver del viaje?- Amy estaba muy ilusionada por ir al baile.

-Eso no es lo que le había prometido Nico a Soraya. No deja de repetir que el famosísimo Nicolás Miró va a llevarla al baile de máscaras del millonario más famoso aún Dan García. Y que saldrá en todas las revistas con el vestido azul que le regaló su madre por su cumpleaños.

-¡Cómo habla esta chica!-Amy había quedado plasmada por toda la información que acababa de recitar Lidia de carrerilla.

-¡Qué va!-Lidia hablaba con el tono más sarcástico que le salió- ¿Y como vas a celebrar tu cumpleaños este año?

El cumpleaños de Amy caía justo el mismo día que la fiesta de máscaras. Esa era la razón de las ansias de Amy por el comienzo de esa fecha.

-¿No te lo estoy diciendo? Ir a un baile de máscaras. Nico solo irá si vamos nosotras y Fer y sería genial celebrar tu cumpleaños aprovechándote del súper-cumpleaños de otro.

Las dos chicas comenzaron a reír. Celebrar una fiesta en un pueblo nunca resultaba un plan muy prometedor.

Además, intentar hacer una fiesta sorpresa era imposible porque siempre alguien ajeno acababa contándoselo al cumpleañero/a.

-Me parece un plan divertido- Lidia quería ver la cara de Soraya al verla aparecer….-Tengo un plan. Como en esos bailes van de dos en dos. Yo iré junto a Fer, que es más bajito y llego mejor y tú junto a Nico. Así se vera obligada a ir con el cumpleañero y nosotros nos divertiremos a nuestra manera.

Lidia mostró un de sus pícaras sonrisas. Además lo de escoger a Fer como pareja le parecía una idea perfecta. Lidia no era muy alta que digamos, e ir junto a Nico la haría parecer David el Nomo.

-¿Y ya sabes que me vas a regalar?-Amy se acercaba a Lidia con ojos suplicantes. No le gustaban nada las sorpresas y sentía curiosidad por saber el regalo.

-Claro…- Lidia no pudo contener el sarcasmo. Era parte de su personalidad.

-No te habías acordado- Amy no estaba enfadada, si no divertida por los olvidos de su amiga.

Un año le acabo regalando una pluma de color azul claro que Amy le había regalado a ella el año anterior. Lidia no gozaba de mucha memoria-Me conformo con no habértelo regalado yo.

Las dos se hacharon a reír.

-¿Qué habláis chicas?-Fer se echó hacia delante para pegar su nariz contra la de Lidia.

-Hablar de mi cumpleaños.

-¡Es verdad! Nico me acaba de invitar a un baile de un amigo suyo y le he dicho que sí. Voy a decirle que no puedo ahora mismo.

Lidia le sujetó por el cuello de la camisa.

-Nosotras también vamos, estate tranquilo.

-Oye- Lidia se pasó la mano por la barriga.- Tengo hambre… ¡Vamos a desayunar!

Los días volvieron a pasar como una ráfaga de viento. Rápidos y sin mirar atrás.

Lucy volvió a la habitación el último día aunque no podía salir del hotel.

Amy aprendió a esquiar en tan solo un par de horas.

Lidia acabó por comerse el desayuno de tres de sus compañeras de habitación cada mañana.

Y el profesor de inglés fue tirado colina abajo como un millón de veces.

Es decir. Un viaje inolvidable

jueves, 22 de julio de 2010

Capitulo 14: Lucy siempre da problemas

La noche cayó muy deprisa. La gente ya estaba dentro del hotel esperando noticias de Lucy mucho antes, pero no habían conseguido gran cosa, tan solo que estaba estable y que tenía un tobillo roto.

Amy daba vueltas en la cama, Nico se había dormido hacia un par de horas antes y Amy no tenía ni sueño ni cosas que hacer.

Se levantó y se dirigió a la enfermería para ver a Lucy.

-Carlos ¿que haces aquí?

El joven se levantó de la silla que había al lado de la puerta de Lucy, tenía los ojos hinchados de haber estado llorando y aún no llevaba puesto el pijama.

-Ha habido malas noticias. Samuel y Robert están dentro- Las lágrimas se acumulaban en sus ojos sin acabar de caer-A mi no me han dejado entrar, dicen que soy demasiado pequeño.

Amy entró decidida en la sala, una enfermera salía llorando en aquel mismo instante.

-¿Qué pasa?- Samuel estaba frente a la cama de Lucy y sujetaba su mano para medir el pulso.

-La perdemos- Robert gritaba, nunca lloraba. Nadie le había visto nunca histérico hasta aquel momento.

Amy se sentó en el suelo con las manos en la cara. Samuel se acercó a ella y puso la mano sobre su hombro.

-No habíamos visto una herida que tenía en la cabeza. Ha perdido mucha sangre- Samuel intentaba estar tranquilo pero su voz desvelaba que no lo estaba.-Sus padres vienen de camino, pero podrían tardar horas en llegar y necesita una transfusión de sangre, y ya conoces a Lucy-Su rostro forzó una sonrisa- es rara incluso para la sangre.

Quien iba a imaginar que la vida de la pequeña Lucy pendería de un hilo en un momento como ese.

-Solo hay una persona con ese tipo de sangre, la hermana de Carlos y ella se niega.- Samuel había borrado la sonrisa de su cara y volvía a mirar el pulso de Lucy.

-Yo iré a convencerla-Amy se levantó del suelo con ayuda de las manos y estiró el camisón.

Corrió por las escaleras sin acordarse si quiera que Carlos siguiera en la puerta sin saber lo que pasaba.

Comenzó a aporrear la puerta del cuarto de Soraya.

-¿Qué pasa?- Soraya llevaba el pelo en un moño y una camiseta del Hard Rock como camisón.

-Necesitamos que dones sangre. Eres la única que puede darle sangre.

-¿Y para qué la quiere? –Soraya puso una maliciosa sonrisa en el rostro.

-¡Se está muriendo!-Amy comenzó a llorar y se desplomo en el suelo.

Soraya había empalidecido en ese instante, pero no cedió.

-¿Y qué conseguiría yo?

-Lo que quieras, haré lo que me pidas, pero por favor ve a la enfermería.

Soraya comenzó a bajar los escalones.

-Tendrás que hacer que Nico salga conmigo cuando volvamos al pueblo.

Eso no costaría mucho trabajo. Nico accedería siempre que supiese el porqué de esa situación

“Iré ahora mismo a decírselo” pensó Amy.

-¡Amy! Por fin te encuentro- Nico corría hacía ella llorando-Me asustaste.

-¿Y eso?

-Acabo de estar en todas las habitaciones y no te habían visto en ninguna. Te dejaste la puerta abierta al irte y comencé a pensar que… Déjalo ¿qué haces aquí?

Amy comenzó a llorar.

-Lucy esta muy grave, necesita sangre y solo Soraya puede dársela.

-Mucho me estaña que Soraya haya ido a darle sangre. La vi bajando las escaleras.

-Bueno… Le dije que saldrías con ella al volver del viaje.

Nico frunció el ceño pero comprendió por qué Amy le había dicho eso a Soraya, sabía que Amy nunca dejaría que un amigo sufriese porque sí.

-Lo haré. Tengo que ir a un baile de máscaras al volver, el cumpleaños de Dan. Se la encasquetaré a él. Pero tú, Fer y Lidia vendréis conmigo.

Amy sonrió, pensó en lo divertido que sería ver como el acosador es acosado por Soraya.

-Ahora-Siguió Nico-Iremos a ver como está Lucy

martes, 20 de julio de 2010

Capitulo 13: La mala suerte

Al cabo de un tiempo los dos chicos salieron de la habitación en silencio.

Amy no dejaba de dar vueltas al asunto. Y si Nico se iba de la lengua y contaba a alguien lo sucedido.

-¿Amy?-Nico parecía tranquilo. No sabía el porqué del enfado de Amy-¿Puedo hacerte una pregunta?

Amy le miró directamente a los ojos. El chico la miraba con ojos suplicantes y sin mala fe. Amy recordó a Brian cuando le preguntaba algo que no llegaba a comprender del todo.

-Claro- Dijo casi en un suspiro.

-¿Por qué no quieres que te oiga cantar? Recuerdo que Lidia comentó que tu nombre aparecía en el cordón del otro día a causa de un recital y uniendo las piezas, supongo que sería de canto. Si no me lo quieres contar no te preocupes.

Amy vaciló unos instantes, Nico tenía exactamente la mirada de Brian en aquellos instantes. Ella sabía que podía contar con él, por ahora nunca la había fallado. Pensándolo habían pasado juntos la mayor parte del tiempo durante las últimas semanas y nunca se había negado a ayudarla.

-Verás yo debía tener unos diez, doce años cuando ocurrió. Era el día del festival, todo el mundo corrió al escenario pero yo sentí pánico y cambie el turno a otra compañera. Estaba en el camerino cogiendo unas partituras cuando….

Una chica interrumpió a Amy. Por su altura debía ser de primero.

-¿Habéis visto a Lucy?-Preguntó la muchacha asustada-La he perdido

-No- Nico se agacho un poco y puso su mano sobre el hombre de la chica.-No te preocupes. Conociéndola habrá ido detrás de algún animal o estará “investigando” a algún chico.

La joven pareció satisfecha con la respuesta y se fue a largos pasos.

-Me secuestraron.

Nico recordó de pronto la conversación.

La voz de Amy había pasado a ser un susurro casi imperceptible para el joven que ahora la miraba aterrado.

-Lo siento- Musitó sin aún reaccionar del todo.

-No pasa nada. De todos modos estoy a salvo ¿no?-Sonrió y dio la espalda al chico- Dejemos el esquí para mañana. Hoy seré yo la que te enseñe.

Amy fue a recoger el material a un pequeño puesto situado en la puerta del hotel.

-¿Qué es eso?-Nico señalaba dos tablas de colores vivos que Amy llevaba como podía sobre los brazos.

-Haremos snowboard- Dijo dejando las tablas en el suelo.- Te dije que no sabía esquiar pero sí que se hacer snow.

Amy puso los pies sobre los soportes y bajó la colina nevada haciendo gráciles movimientos hasta el final.

-¡Inténtalo!

Nico no lo consiguió y callo formando una bola de nieve alrededor de su cuerpo.

La nieve era suave y fría, pero de todos modos era reconfortable y se sentía calentito.

Lidia apareció de la nada con los ojos húmedos y la respiración muy alterada.

Intentó controlarla y después de unos instantes dijo.

-Lucy ha desaparecido-Ahora no pudo contener las lágrimas- Creemos que ha podido caer en una colina cerrada al paso. La valla estaba rota y encontramos su móvil en mitad del camino. Lo peligroso es que al final hay un barranco escondido por la niebla.

Amy calló al suelo y abrazó sus rodillas. Las lágrimas recorrían su cara.

El silencio fue largo. Lidia seguía llorando y Nico no sabía como consolarlas.

Se sentó al lado de Amy y la atrajo hacia sí, acariciando suavemente sus cabellos.

-Voy a ir a buscarla- Dijo de inmediato.- No me puedo quedar aquí.

-Hay cientos de personas buscándola- Anunció Lidia-No nos dejan acercarnos al terreno. Dicen que es peligroso y molestaríamos al equipo de emergencias.

Soraya hizo su aparición en escena. Llevaba los cabellos recogidos en una coleta e iba con un mono de esquí muy ceñido en la cintura.

-Os dije que esa estúpida no puede venir con nosotros. No os contaron lo que hizo en el viaje que hizo el año pasado con primaria.

-No fue ella-Amy se levantó. Seguía llorando pero ahora las lágrimas eran de rabia.

-¿Puedo saber qué paso?-Nico no comprendía porque Amy lloraba por algo así.

-El año pasado los alumnos de primaria no pudieron quedarse de vacaciones nada más que dos días.-Lidia se tapó la cara con las manos- Alguien robó el dinero a las profesoras. Aparte de ellas había dos chicas en su habitación. Lucy y Soraya.

-¿Y quién nos dice que no fuiste tú?- Amy se puso aún más furiosa.

-Lucy era la delegada de 6º de primaria. Desde 1º de primaria hay un delegado que no se cambia al menos que sea por votación popular-Lidia se destapó la cara y miró hacia Soraya con una sonrisa- A Lucy la castigaron debidamente y ella aceptó el castigo aún sabiendo que no había sido ella. Tú en cambio te negaste y el castigo lo pusimos nosotros.

-¿Cómo?- Nico estaba interesado. No conocía tan bien a Lucy como ellas pero sabía que era imposible que hiciese algo así. Lucy destacaba por dos cosas: era muy divertida y muy honesta.

-Le quitamos el puesto y la clase decidió que fuese Amy la delegada.

Soraya se ruborizó por la cólera que recorría su cuerpo.

-De todos modos voy a ir a buscarla-Dijo Nico en un intento de canjar el tema.

Y se fue dando pasos largos y decididos.

Amy aún seguía llorando y se había vuelto a sentar en la nieve. Jugueteaba con la nieve que yacía bajo sus manos en un intento de olvidarse de todo.

Estaba enfadada, asustada… Lucy era la más infantil del grupo. Siempre estaba jugando con algún chisme y daba las ideas más disparatadas. Para sus compañeros era una fiel amiga. Pero para los delegados era como una hija puesto que siempre andaban cuidando de ella.

-¡Amy!-Lidia daba saltos y cogía de la mano de Amy para intentar levantarla-¡Amy! ¡Amy!- No cesaba de decir.

Dos chicos llevaban a una pequeña chica en brazos.

Amy comenzó a analizar. Pelo rojizo, muy corto y en punta. Con la cara pálida y rasgos puntiagudos (orejas puntiagudas y nariz puntiaguda) Como un pequeño duende. Eso quería decir… ¡LUCY!

domingo, 18 de julio de 2010

Capitulo12: La voz

El viaje había sido programado para dos semanas después de la reunión.

Pasaron muy rápido puesto que hubo múltiples charlas y los alumnos comenzaron a bromear con el nuevo profesor de inglés.

Era el tutor de los de cuarto de eso. Es decir, de la clase de Nico. Pero daba inglés a todo el instituto.

Era un chico recién licenciado. Al ser su primer año aún era un poco inocente y si juntamos lo patoso que era los chicos lo tenían muy fácil para tomarle el pelo.

El antiguo profesor tubo que irse debido a un trabajo que había conseguido en Madrid.

Al llegar el día de la salida todos los chicos estaban con sus maletas en la puerta del colegio a las seis de la mañana para llegar temprano y poder ir a esquiar el primer día.

Los delegados eran los encargados de recibir a los alumnos y guardar sus maletas en el autobús.

El viaje a la montaña tan solo duraba tres horas así que llegarían pronto para poder instalarse en sus habitaciones e ir por la tarde a esquiar.

La recepción era muy bonita. Las paredes eran de un rojo intenso con cuadros de estilo vanguardista y un par de sofás beiges.

-Bueno las habitaciones son de tres-Dijo el profesor de inglés que era el encargado de los alumnos del viaje-Vosotros-Dijo dirigiéndose a los delegados-Tenemos un problema.

Roberto frunció el ceño con mucho miedo a lo que pudiese decir el joven profesor.

-¿Qué clase de problema?-Preguntó rápidamente.

-Uno de vosotros tendrá que dormir con otro.

-Eso ya lo sabíamos. Tres habitaciones de dos, por las chicas.

-Ahí está el problema. Uno de vosotros tendrá que dormir con las chicas.

-¡¿CÓMO?!-Gritaron los chicos al unísono.

-Tendréis que sortearlo. Pero que sepáis que la habitación de las chicas está conectada con la mía.

Los chicos lo sortearon mediante papelitos. Cuatro ponían no y el sobrante “te tocó jajaja”.

Todos cogieron un papelito del puño del profesor.

Primero Carlos y Roberto suspiraron aliviados. Solo quedaban dos Samuel y Nico que abrieron el papel con cuidado.

Samuel comenzó a dar saltos de alegría mientras Nico comenzaba a hacer pucheritos.

Todos los chicos de cuarto dieron ánimos a Nico. Aunque alguno estuvo celoso de no poder estar con Amy, e incluso los de primero de no estar con Lucy.

-Id a guardar vuestras cosas y comer los bocadillos. Quedamos aquí a las tres para ir a esquiar. Así que no os entretengáis por ahí.

Todos los chicos subieron en escaleras emocionados. Todos tenían ganas de ver la nieve entre sus dedos.

Entretanto Amy y Lucy subieron corriendo hacia su habitación para sortear las camas.

Nico no se sentía con ganas para la carrera así que dejo que las chicas escogieran las suyas y quedarse él con la sobrante.

Amy escogió una pequeña cama pegada a un gran ventanal. Le gustaba despertarse cuando amanecía.

Lucy escogió la más apartada de la luz solar. No le gustaba madrugar y siempre escogía dormir un poco más en vez de aprovechar el tiempo despiertos.

Nico llegó tiempo después y se hecho en su cama con las palmas de las manos sobre los ojos.

Estaba muy cansado puesto que se había mareado en el autobús y no había podido pegar ojo la noche anterior.

-¿Quién se cambia primero?- Lucy sacaba su ropa de esquiar de la maleta dispuesta a irse ya mismo.

-Será mejor que os cambiéis vosotras primero y yo os espere en el pasillo. Me gustaría investigar un poco- Nico se levantó de la cama y salio al pasillo.

Lucy se vistió rápidamente para ir a investigar también, tenía ganas de saber la habitación de sus compañeras de clase.

Amy se tomó su tiempo. Escogió su ropa y la puso sobre la cama. Quería mirar por la ventana para ver el paisaje y tomar un par de fotografías.

Mientras tanto Nico subió las escaleras de emergencia, el ascensor tardaba demasiado tiempo y era muy lento.

El siguiente piso era de huéspedes ajenos al viaje escolar.

-¿Quién eres?-Un niño de unos dos o tres años jugaba en la puerta del ascensor con unos cochecitos de plástico.

Nico no oyó la pregunta y volvió a bajar los escalones, esta vez más despacio con temor de molestar a los huéspedes de arriba y que le quitasen la fianza.

La cabeza le daba vueltas, vio a Lucy correr por el pasillo mientras picaba en todas las puertas para saber quien estaba y lo iba apuntando en un cuaderno.

Nico supuso que Amy ya habría salido del cuarto también, así que fue a recoger unas pastillas para el mareo y ver si después podía ir a esquiar.

En la puerta comenzó a oír un murmullo.

La tarjeta paso sin dificultados y abrió la puerta de madera de roble falsa.

Amy cantaba una suave melodía que a Nico le resultaba familiar, algo que escuchaba a menudo en la radio y televisión.

La voz era cálida y suave pero no parecía tener un registro muy limitado.

Nico aporreó la puerta para que la joven despertarse de su sueño, inmediatamente después Amy salió del baño y cuando vio a Nico se encerró en el baño de nuevo.

-¿Qué haces aquí?-Su tonó era de rabia, de enfado.

-Vi a Lucy por el pasillo y supuse que tú también te habrías ido. He venido por unas pastillas para la cabeza.

Nico no se cambió. Lo único fue ponerse unos pantalones de nieve sobre los que llevaba puesto.

Se sentó en la cama y picó en la puerta del lavabo.

-¿Quieres que te dé clases o estás enfadada conmigo?

Amy se dio cuenta de que él no tenía la culpa, abrió la puerta y asintió con la cabeza

sábado, 17 de julio de 2010

Capitulo 11:El viaje de estudios

El lunes los delegados habían quedado en el jardín al finalizar las clases.

Tenían que comentar las excursiones del curso para los alumnos de secundaría, los pequeños estaban con muchas ganas de salir del colegio de vez en cuando.

Las excursiones de primaria ya habían sido propuestas por los profesores y no necesitaban ninguna reunión

-El viaje de estudios suele ser en Junio para poder ir a la playa pero la gente ya esta cansada, podríamos cambiar de destino- Propuso Carlos que era uno de los que estaban cansados.

-Pues a mí me encanta la playa, la arena y ¡Jugar en el agua!-Lucy siempre tenía la propuesta más infantil de todas.

-Yo estoy con Carlos, y bachiller estará conmigo, desde primero vamos todos los años al mismo hotel, en la misma playa y con la misma gente.

Si hasta los del pueblo nos conoce por el nombre- Samuel ordenaba unos papeles en busca de folletos de viaje.

-Yo tengo una idea- Amy sonreía como siempre que tenía una idea- Mirad lo que encontré ayer cuando fuimos a la ciudad de al lado.

Amy rebuscó en su mochila, entre papeles, libros y libretas era algo difícil encontrar algo. Sacó un papel plastificado con fotos de múltiples lugares.

-¿Qué os parece?- Dijo mostrándoles el papel a sus compañeros.

Era un viaje a la nieve de una semana para grupos grandes de más de treinta personas.

-El hotel está muy bien y sale muy barato. Sólo setenta euros por persona, más diez de alquiler de skys.

Todos miraban el papel, estaban encantados con la idea.

Salía mucho más barato que otros años y sería divertido pasar una semana en la nieve. Los más gamberros del grupo pensaban en hacer fotos a los profesores cayendo por la ladera nevada para enseñárselas posteriormente a los que no podían ir al viaje.

-¿Y qué?- Amy sacó más folletos iguales de su mochila para repartirlos.

-A mí me ha encantado la idea-Roberto parecía encantado con la idea, a él no le gustaba mucho la playa, pero le encantaba la idea-¿Qué os parece a vosotros?

Todos parecían contentos con la idea y ya soñaban con la fría nieve entre los dedos.

-Bien, mañana les diremos la propuesta a los demás chicos del colegio. Ellos también tienen derecho a opinar-Nico, parecía satisfecho con la idea, pero quería que los demás opinasen.

Todos volvieron a estar de acuerdo. Al día siguiente mostrarían la idea a la hora del recreo.

El martes llovía así que celebraron la reunión en el hall del tercer piso.

Todos los alumnos estuvieron emocionados por el cambio de viaje.

Algunos de ellos estuvieron más emocionados que el resto puesto que nunca habían pisado la nieve.

-A qué adivino-Nico fue a hablar con Amy al acabar la reunión-Nunca has estado en la nieve.

-Más o menos-Amy parecía molesta porque Nico la había descubierto-En Londres he visto nevar muchas veces pero nunca había ido a esquiar.

Nico parecía contento al oír la respuesta de Amy. Era su primer viaje de estudios y sería divertido ver a Amy intentando una y otra vez mantener el equilibrio en los skys.

Capitulo 10: La competición

El domingo había amanecido reluciente.

El sol brillaba en lo alto del cielo, que estaba sin una sola nube, y en que el prado parecía de un verde más bonito de lo normal.

Nico se paseaba de un lado al otro de la pista, todos los chicos estaban entrenando o charlando entre ellos, pero él quería hablar con sus nuevos amigos para saber que al menos ellos estarían allí.

Sus padres no habían podido ir a verlo puesto que sus abuelos se habían puesto muy enfermos y tuvieron que quedarse a cuidarlos.

-¿Quién es esa?

Todos los chicos de la pista señalaban a Amy que corría por la colina.

Iba con un vestido de tirantes de color azul claro y con un cinturón blanco con una flor a un lado. Llevaba unos zapatos de tacón en la mano y corría hacía Nico sin escuchar los halagos de los chicos con los que se cruzaba.

-¿Qué haces aquí tan temprano?- Nico miró el reloj de su muñeca, tan solo eran las dos y diez.

-Yo no he sido, fue Brian.

Nico se percató de que el pequeño Brian rodaba colina abajo y corrió hacia el niño para pararlo.

-Jooo- Protestó el pequeño – Era divertido.

-Nico no nos presentas- Uno de los chicos de la foto saludo al chico.

-Claro, Dan, Brian, Brian, Dan.

-¡Digo que me presentes a la chica, besugo!

-Y no puedes presentarte tu solito- Amy se acercaba a Dan-Amy…

-Encantada ¿verdad?- La cortó el chico

-No, iba a decirte que soy la amiga de Nico. Realmente me caes bastante mal, eres muy arrogante.

-¡Amy!- Nico se puso rojo de la vergüenza pero recordaba la sinceridad de la que Amy le había hablado en alguna ocasión.

-Veo que la gatita tiene uñas.-Dan se pegó a Amy como si fuese su sombra.

Brian saltó de los brazos de Nico y se dirigió donde estaban Dan y su hermana.

-¿Dónde esta la gatita?- Preguntó sin malicia. Brian adoraba los animales, su sueño era llegar a ser veterinario para que ninguno enfermara jamás.

Amy no pudo contener la risa y empujo a Dan que se precipitó contra el suelo, después de ver como caía se puso los zapatos y camino hacía Nico de nuevo, se subió de puntillas y le besó en la mejilla. Recogió a Brian y le dio un animal de juguete a Nico.

-Es mi favorito- Sonrió Brian- A mí siempre me da suerte, espero que a ti también.

Los dos se alejaron hacía las gradas.

Nico no se había percatado pero todos los chicos se habían quedado boquiabiertos al ver como Amy le besaba en la mejilla sin ninguna vergüenza.

Nico se sonrojo y guardo el perrito de juguete que le había dado Brian en el bolsillo y se alejó para entrenar contemplando el cordón rosa de su zapatilla derecha.

Al cabo de menos de una hora comenzó la competición, para entonces las gradas ya estaban llenas, pero mirase donde mirase podía ver una pancarta que dijese “San Fermín con Nico” oNico ganará, los demás ni os molestéis”.

A Nico le gustaban estas muestras de afectos, sus antiguos compañeros nunca habían visto el skeit como un deporte merecedor de respeto así que nunca habían ido a animarle, excepto los tres otros chicos que Lidia había visto ayer, que eran sus compañeros pero eran mas rivales que amigos.

Por fin llegó su turno, casi toda la grada se levantó eufórica. Nico observó a los delegados en primera fila con Brian en hombros para que viese mejor y a Lidia y a Fer en la última con un par de prismáticos cada uno.

Nico lo hizo lo mejor que pudo, se dejó la piel en ello, pero no le pareció lo suficiente.

Debió de ser el único en pensar en ello puesto que hasta los jueces se levantaron para aplaudir.

Todavía quedaban unos cuantos participantes, pero no tardaron mucho en acabar.

El juez portavoz salió con un sobre entre las manos para darle dramatismo a la escena.

-Bueno, el ganador será….- Abrió el sobre muy despacio para fastidio de espectadores y concursantes pero se aceleró al oír como Lidia bajaba de la grada amenazándole. Hay que decir que seguridad se le acabó llevando- Nicolás.

El público gritaba de emoción y Nico suspiró tristemente… “¡espera!” se dijo no recordaba que Nicolás era su nombre completo, ya que estaba acostumbrado a que lo llamasen Nico.

Salió radiante a recoger el premio, dijo unas palabras de agradecimiento y corrió hacia sus compañeros.

Amy le abrazó y Nico comenzó a darle vueltas para quitársela de encima, pero Amy resistió y opuso resistencia. Los demás se abalanzaron tirándole al suelo y creando una gran bola de chicos. Brian escalo para coronar la cima y los padres de Amy aprovecharon para sacarles una foto.

Ya se sabe, si un día empieza bien, todo acaba bien.

Capitulo 9: El cordón rosa

-Madre mía-Lidia se quedó boquiabierta cuando Nico salió con el primer conjunto.

Tenía el pelo desaliñado por haberse cambiado de ropa, llevaba una camiseta de color azul claro y unos pantalones grises arrugados por abajo. Parecía una persona totalmente distinta a la que había visto hasta ahora.

Amy no se sorprendió puesto que ya recordaba el aspecto del chico al que había visto recién levantado.

-No estoy seguro de que mis compañeros quieran verme así-Nico puso una voz muy seria y mira a las chicas directamente a los ojos.

Se sentó en el escritorio y abrió el portátil, como fondo de pantalla había tres chicos vestidos de smoking que podían haber sido modelos de una revista.

-¿Son estos?-Lidia comenzó a investigar a los tres chicos- El más guapo es aquel.

Lidia señaló a Nico que aparecía al fondo de la foto hablando con una niña.

Amy se rió y arregló la vestimenta de Nico.

-Amy, dáselo-Lidia le dio el bolso a Amy y esta sacó una cajita de color rosa.

-Dame tu playero-Dijo mientras rebuscaba en la cajita.

Nico le dio el playero y se sentó en la cama para ver mejor lo que hacía Amy.

-Toma-Le dijo sonriendo, Nico ya pensaba que de tanto sonreír le saldrían arrugas de un momento a otro.

Había cambiado el cordón del zapato, en vez de ser el típico cordón de color blanco era de un color rosa pálido y con nombres escritos por la cara y el reverso del cordón.

-¿Qué significa esto?-Nico observaba el cordón con curiosidad. Su nombre era el último escrito, se notaba que el color del bolígrafo era más brillante que el del resto.

-Cada vez que alguien del colegio tiene alguna competición o recital se le da este cordón para que los compañeros que no puedan ir a verlo estén con él en todo momento-Lidia paró para respirar- Algunos ejemplos son el partido de Fer, el recital de Amy, mi concierto de piano, la carrera de Germán, el baile de Susana… y hay otras muchas cosas más, realmente hay deben de estar los nombres de toda secundaria y alguno de bachillerato.

Nico se sentía muy contento al saber que su actuación quedaría grabada para las futuras generaciones del instituto, le parecía una idea muy original pero de alguien que debía de estar como una cabra, a quien se le ocurriría sino algo parecido.

-Yo fui la inventora-Dijo Amy orgullosa.

-De quién sino- Suspiró Nico.

Lidia había oído las palabras de Nico y supo en lo que había pensado, comenzó a reírse por lo bajo para preocupación de Amy, que sabía que si Lidia reía podía ser una batalla naval.

-¿A qué hora es?-Dijo Amy para cambiar de tema.

-¿La exhibición? A las tres-Nico pensaba en que puesto salía para que la gente no se aburriese hasta que el saliese- Yo salgo en el decimoquinto puesto a las cuatro y media, con que estéis a esa hora ya bastará.

-¡Qué va!-Dijo Lidia enfadada-Iremos contigo para verte hasta entrenar.

-Tu lo que pasa es que quieres ligar con uno de los chicos del smoking-Amy señaló a los chicos de la foto con el ceño fruncido- Pero yo sí que estaré apoyándote Nico.

-Nico despídete de tus amigas que nos vamos a ver a los abuelos- Gritó su padre desde la parte baja de la escalera.

Las chicas le dieron una percha para que dejase preparada la ropa para el día siguiente y bajaron charlando la escalera. Sabían que mañana sería un día emocionante, pero para cada una de una manera distinta