jueves, 15 de julio de 2010

Capitilo 2: Los delegados I

Nicolás se levantó temprano, por una parte se sentía culpable de lo que había pasado la noche anterior.

Así que decidió ir a dar un paseo para despejarse.

Una chica se le acercó cuando este salía de casa, era de la misma edad que los tres chicos de ayer, pero parecía muy distinta.

Era una chica de ojos muy azules, pero no eran como los de Amy, sino que eran fríos como el hielo, su tez era muy pálida y tenía unos grandes tirabuzones rubios, daba una sensación de pánico pero a la vez su instinto no le dejaba alejarse de aquella muchacha.

-Ya he oído lo que te paso anoche- comenzó a decir mientras se balanceaba sobre sus pies- Nunca te fíes de esos chicos son peligrosos.

-A mi no me lo parecen- Dijo Nicolás algo molesto, no le gustaba que la gente opinase mal de otros a sus espaldas- Me parecieron muy majos ¿no sabrás donde están?

-Yendo hacia la escuela supongo- La chica sonrió y se fue

Se había olvidado, comenzaba el colegio ese mismo día.

Corrió detrás de la joven para saber donde estaba el colegio

Llegó a un precioso edificio de piedra blanca, no era muy grande, pero de todos modos imponía respeto.

Todos los chicos llevaban un uniforme , pero destacaba el de cinco chicos que saludaban en la puerta puesto que eran muy diferentes al resto.

Todos los uniformes eran de color azul, las chicas llevaban un vestido y los chicos una camisa azul y un pantalón gris.

Los otros llevaban un uniforme blanco, las chicas un vestido blanco de tirantes y que llegaba hasta la rodilla y los chicos una camisa blanca y chaleco y pantalón negro, debían de especiales puesto que todos los chicos y chicas que llegaban al colegio les mostraban una reverencia, los nuevos se situaban a su lado. Todos eran niños de tres años que comenzaban su etapa académica.

Se acercó a ellos, una de los chicas le resultaba familiar.

-Mira con quién nos hemos encontrado- Amy era esa chica, todos los demás le miraban con desprecio y los chicos de tres años murmuraban entre ellos.

-¿Por qué vais distintos a los demás?-Comentó Nicolás con interés.

-Somos los delegados del colegio, aquí no hay director, somos nosotros los que llevamos el colegio.-Amy hizo un gestó para que se situara a su lado

Nicolás estaba acostumbrado a colegios privados y nunca había podido imaginar algo así, realmente tenía ganas de hacerles una reverencia, daban cierto respeto con sus uniformes impolutos.

-¡Vamos!-Comenzó a decir uno de los chicos- ¿Quién quiere comenzar en el colegio para ser el primero de la clase?

-¡YO, YO, YO!-Comenzaron a gritar todos los niños.

-Nicolás, yo te en acompañaré a clase, ven conmigo-Amy le agarró del brazo y le llevó hasta una sala en la última planta-

-Llámame Nico, no me gusta que me llamen Nicolás, me recuerda a mi bisabuelo y me parece nombre de viejo.

Amy no le miró, salió de la estancia unos segundos y volvió con unos papeles.

-Has de hacer este examen para ver tu puesto en el colegio, si quedas entre los seis primeros tendrás que ser unos de los delegados, sustituirás a Germán que se mudó hace dos semanas.

-¿Y por qué yo?

-Has venido con muy buenos referentes. Y si tú quedas entre los seis primeros estamos dispuestos a perdonarte por lo de ayer así que ¡esfuerzate!

Amy no sabía porqué pero aquel chico le caía bien, sabía que tenía algo especial y ella acabaría por descubrirlo

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