martes, 3 de agosto de 2010

Cpaitulo 19: Las revistas de la abuela

El pueblo estaba en absoluto silencio aquella mañana.

Algunas de las ancianas del pueblo (las que se sabía que se podía confiar en ellas) sabían lo que le había pasado a la honorable hija del alcalde.

En esos momentos del alba Dña. Elisa y Dña. Margarita salían de casa para ir a la huerta que cuidaban a las afueras de la ciudad.

Las dos ancianas eran unas personas agradables y divertidas, que se solían encargar de los niños pequeños cuando sus padres iban a trabajar y no tenían a quien dejárselos.

Todo el pueblo las quería y admiraba por su labor social, ya que también ayudaban en una asociación contra el maltrato de animales.

Ese día las dos ancianas charlaban alegremente sobre lo sucedido.

-No me puedo creer que Soraya y Carlos sean de la misma familia. Él es tan alegre y bueno y ella tan frívola y desagradecida.

-Es que, Elisa, sus padres no la dejaron quedarse con nosotras, y ya ves, Carlos pasó dos meses con nosotras y es un niño de bueno. Todo gracias a nosotras.

-Deja de echarte rosas mi querida mujer, que tu no tienes el mérito. El merito lo tiene el jovencito que con esa familia se a forjado una reputación, a llegado a lo más alto de su clase y tiene unos amigos estupendos.

-Elisa, y tu has conocido al nuevo muchacho, no sé como se llama, pero es un chico muy guapo.

-Ah, tu hablas de Nicolás, Amy y Lidia son muy amigas suyas, y también se lleva bien con mi nieto Fernando. Margarita, que suerte que tenemos de que en el pueblo haya jóvenes como estos.

Amy salía de casa para dar su paseo mañanero cuando las vio.

-Buenos días. ¿Qué tal están?

-Muy bien hija, algo mayores ya sabes…- Margarita comenzó a rebuscar en su bolso y sacó una revista del corazón- Toma, me la a dado el quiosquero para vuestro trabajo de lengua.

-Gracias.

Las ancianas siguieron su viaje contándose viejas anécdotas sobre los padres de los actuales jóvenes y sus travesuras.

Amy comenzó a leer la revista por aburrimiento cuando se sentó en el porche de la casa.

Leyó el título un par de veces para asegurarse de lo que sus ojos veían era verdad.

“El hijo de los Miró sale con una campesina”

Bajo el titular aparecía una foto de cuando Nico la había besado.

Abrió la revista y prosiguió leyendo el artículo.

Él joven fue visto ayer en la fiesta de cumpleaños del pequeño Dan con esta jovencita un año menor que él.

Nadie se esperaba que pudiese salir con una campesina de un status social mucho más bajo que el suyo y menos llevarla a un acto social.

Los padres del cumpleañero aseguran que es una joven muy agradable y educada, pero no opina lo mismo una compañera de su escuela.

-Es fría, nunca habla contigo directamente. Prefiere ridiculizarse antes de eso.

Amy dejó la revista en el suelo y corrió hasta su habitación.

Brian jugaba con un oso de peluche y sonrió al ver a su hermana.

-Tengo una buena noticia.

-¿Cuál?- Amy estaba desesperada por lo que acababa de leer, no sabía como reaccionar.

-Miky vuelve mañana- El niño sonrió aun más dejando el osito de lado.- No pareces contenta.

-Si que lo estoy y mucho, gracias por decírmelo Brian, gracias de veras.

Amy se agachó para abrazar a Brian evitando que sintiese sus lágrimas

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