jueves, 5 de agosto de 2010

Capitulo 20: Miky

-¿Qué te apetece hacer hoy?

-Que raro, Nico sin nada que hacer. No te atreves a hablar con Amy ¿verdad?

-¡Fernando!

-Vale, vale. Pero hoy no puedo quedar. Miky vuelve hoy al pueblo y quería hablar con el antes de que lo secuestre su hermano.

Fer colgó el teléfono y Nico se sentó en la cama en una postura pensativa.

-¡Mama, me voy a dar una vuelta!

-No vuelvas tarde, Gloria no está y te toca cocinar.

Nico salio a la calle y comenzó a caminar por las afueras del pueblo.

El río donde había conocido a sus nuevos amigos estaba en absoluto silencio.

Nico se fijó en un joven que debía ser un año menor que él, el joven tenía los ojos azules y el pelo de color miel.

En ese momento no era capaz de reconocer a quien se le parecía, pero le sonaba mucho su aspecto.

-Disculpa, ¿Sabrías llevarme a casa de Amy y Brian?

-Sí, sígueme.

El silencio reino durante unos segundos que se hacían eternos.

-Soy Miky, tú debes ser Nico.

-Sí, ¿Cómo sabes mi nombre?

-Brian me ha hablado mucho sobre ti.

-¿Conoces a Brian?

-Hombre, algo he de conocerlo, como que somos hermanos.

-¿¡Qué!? Amy nunca había comentado tener un hermano, además en la historia del nombre y eso comentó que su primer hijo debía llamarse Brian o algo así.

El joven comenzó a reírse.

-Si que te llevas bien con mi hermana. Verás Amy y yo somos gemelos. Mi madre se negó a hacer caso absoluto a mi abuela, así que decidió que si le hacía caso lo haría por partes. Mi otra abuela quería que me llamase Miguel así que hicieron un retoque más inglés y me pusieron Miky.

-Y que a mi me llamasen Nico porque como no sabían que nombre ponerme me pusieron el de mi médico.

Los dos chicos comenzaron a reírse hasta caer al suelo.

-Y mi hermana ya hablado contigo.

-¿Por qué tendría que hacerlo?

Miky rebuscó en su maleta para sacar una revista.

-La compré en el aeropuerto al ver que salía ella.

Nico la observó con asombro, en ella salía una foto de su beso con Amy, miró hacia Miky con incredulidad.

-No te ha dicho nada aún, eso a debido ser que no te a encontrado. Te va a matar. Me llamo expresamente para decírmelo.

-Supongo que tu hermana es algo testaruda.

-Más que eso.

El joven miró el suelo y jugueteó durante un tiempo con las briznas de hierba, respiraba suavemente entre pequeños suspiros de derrota.

-Puedo contarte una cosa, no es de gran importancia pero necesito contársela a alguien.

-Claro.

-Hará dos años un ojeador vino al pueblo, yo jugaba en el equipo de futbol del colegio. El ojeador se me acercó y me preguntó si me gustaría hablar con él un segundo.

Yo me negué y corrí hacia el colegio, ese día era muy importante para mi hermana, era el día de su pequeño debut, y estaba muy ilusionada.

Cuando estaba tras…

-La secuestraron, esa parte ya me la ha contado, pero que tienes tú que ver en ella.

-Yo vi como se la llevaban, corrí hacia el coche en el que pretendían llevársela pero no contaba con otros dos hombres que me encerraron en el maletero del vehículo con ella.

Los días pasaban en una pequeña habitación mohosa, uno de esos días salio el edificio en el que estábamos secuestrados.

Los hombres decidieron dejarla allí junto a uno de ellos y los otros se quedarían conmigo y me llevarían a algún otro lugar.

Yo le dije a Amy que pasase lo que pasase nunca se preocupara de mí, puesto que si la volvía a ver no le hablaría.

Hace un par de meses me encontraron en un piso en L.A y he estado junto a mi abogado un par de meses desde el secuestro para el juicio.

Comencé a hablar con Brian y Amy por carta y teléfono y vuelco en escena.

Nico pensó en lo valiente que habría tenido que ser durante los seis años de cautiverio con aquellos desconocidos y lo parecido que era a Amy.

Los dos tercos, despreocupados y sonrientes en todo momento.

Y ahora sabía porque Amy siempre quería estar alegre, para cumplir la promesa que había hecho a su hermano.

-Me alegro de haberte conocido. Tu y tu hermana sois muy parecidos, la conozco desde hace poco tiempo pero ya…

-La has besado.

-¡No era eso! Ya sé que es una persona de la deberías enorgullecerte de conocer.

-Lo sé, pero me gustaba más lo otro.

-Eres clavado a tu hermana.

-¡Verdad!

Amy apareció de la nada y lo dijo a coro con Miky que sonreía alegremente.

-Mejor os dejo aquí voy a hablar con el que hizo estas fotos.

-Nico, ¿sabías que aparecemos en una revista?

Amy le mostró la revista mirando hacia otro lado.

-No, como mínimo en dos.

Tomó la revista y le mostró la otra.

-Nos vemos

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